Es un lugar fantástico para disfrutar de los deportes náuticos, bañarse o, simplemente, para relajarse.
A 12 kilómetros de
Estella-Lizarra en dirección noreste,
entre los municipios de Yerri y Guesálaz, se encuentra el
embalse de Alloz, un mar de agua alimentado por el río Salado, rodeado de quejigales, pastizales, matorral y pinos.
Construido en 1930, ocupa una superficie de 930 hectáreas y tiene capacidad para almacenar 84 Hm3 de agua. En primavera y verano, se convierte en un lugar muy apropiado para estrenarse en la vela y en el windsurf, y es punto de concentración de los surfistas cuando en el vecino mar Cantábrico no hay viento, ya que en el embalse de Alloz son muy habituales los vientos de fuerza tres y cuatro apropiados para la práctica de este deporte.
También es lugar elegido por los aficionados a la pesca que suelen acudir a la cola del pantano donde se captura, fundamentalmente, trucha, barbo y carpa.
A orillas de este pantano, en
Lerate, está el
camping Aritzaleku, desde donde se organizan actividades que tienen como escenario el embalse. Durante el verano, en el pantano se alquilan distintas embarcaciones, como piraguas, tablas de windsurf y pequeños barcos de vela.
Si no le atraen los deportes náuticos y prefiere pasear, puede hacerlo bordeando el embalse. También puede aprovechar para hacer un recorrido por los valles de
Yerri y
Guesálaz,
salpicados de suaves lomas y pequeños pueblos dedicados a la agricultura y ganadería.