Crucero de piedra originario del último tercio del siglo XVI.
Se yergue sobre un basamento circular compuesto por tres escalones que sirven de asiento al plinto cúbico sobre el cual se apoya, a su vez, una columna de capitel compuesto y fueste liso al que se adosa un escudo con tres fajas.
La cruz es de brazos cilíndricos culminados con florones, con las tallas del Crucificado y la Virgen con el Niño en el anverso y reverso respectivamente, ambas con toscos caracteres de comienzos del romanismo.