Protogótica del siglo XIII. Cabecera ligeramente modificada en el siglo XVII, pero que conserva una ventana con decoración de ajedrezados y bolas. Con casa aledaña para el ermitaño.
A la construcción medieval pertenecen los tres tramos de la nave con la cubierta de medio cañón apuntado, así como una ventana decorada con bolas y ajedrezado. La entrada presenta arco ligeramente apuntado con dos arquivoltas. Se protege con un sencillo pórtico de madera, bajo el que se halla una monumental pila bautismal protogótica de piedra. A los pies, coro con tribunas laterales y balaustrada de madera barroca. La cabecera de la ermita la ocupa un retablo barroco de principios del siglo XVIII.