Ermita de origen medieval aunque rehecha en el siglo XVI y retocada en épocas posteriores.
Edificio en piedra, de reducidas dimensiones. En su interior se guarda una talla gótica de San Bricio, patrono de los carboneros, procedente de la antigua ermita homónima que se arruinó. Así mismo, se guardan las tallas de la Virgen de la Misericordia y San Marcos, del siglo XVI y muy retocadas.